Ya no vivía en Gerena cuando Ana contactó conmigo para decirme que quería que fuera la fotógrafa de su boda. La distancia para citas como esta jamás es un problema. Así que días más tarde nos vimos para hablar de los detalles de esta bonita boda de invierno que meses después acontecería.
Ellos son jóvenes, divertidos y desenfadados. Sin duda lo podréis comprobar en las fotos de su preboda que fue de lo más original. En la misma Hacienda San Felipe, donde meses más tarde se casarían decidimos hacer la preboda que acabó llena de colores y risas. Ana y Diego siempre me dijeron que así son ellos, desenfadados y bromistas por lo que les apetecía que su preboda tuviera ese tinte que solo los polvos holi pueden lograr . Me encantan las parejas con iniciativa. Me gusta cuando se dejan llevar, cuando disfrutan la sesión y Ana y Diego no defraudaron.
Son una pareja muy chula, moderna y que se quiere muchísimo. Se divierten y ríen juntos así que estamos seguros que no se aburren nunca juntos y a mi no me han dejado que tampoco lo haga en cada momento que hemos estado juntos.
Os dejo con ellos y su preboda de colores.