Isabel y Fernando venían desde Madrid para celebrar su boda en Sevilla. Isabel es sevillana y eligió una de las iglesias más bonitas de la provincia para darse el si quiero, la iglesia de Santa María la Blanca.
La iglesia Santa María la Blanca o de las Nieves, es una parroquia situada en la calle de igual nombre del barrio de Santa Cruz. En su origen fue una mezquita, que se transformó tras la reconquista en sinagoga, al estar situada en el barrio de la judería. Se caracteriza por las yeserías que cubren sus techos, las pinturas murales y los azulejos de los zócalos. En definitiva, una auténtica maravilla como tantas que tenemos en Andalucía.
El día de su preboda lo pasamos genial, podéis ver sus fotos aquí. Como siempre digo, la preboda nos ayuda en muchos aspectos y conocernos un poco mejor es uno de los más importantes. En definitiva, afianzar la conexión que lograremos el día de la boda. Saber algo más de mi trabajo, de cómo lo realizo y de que puedo llegar a pedir a mis novios, he comprendido en mi experiencia como fotógrafa de bodas, que es muy importante llegado el gran día.
Y su día llegó. Una boda de ensueño.
Esta boda fue muy especial en muchos aspectos. Pero destacaría sin duda el amor que derrochan estos novios. Estos novios están locos de amor. Y ese amor tan auténtico se expande hasta sus seres más queridos. Así que en su boda no se podía plasmar de otro modo.
Isabel decidió arreglarse para el día de su boda en una tranquila habitación de hotel. En un primer momento, conmigo como única testigo, su amiga Cristina hizo mucho más que maquillar a la novia. Se respiraba un ambiente relajado, nos reímos muchísimo, brindamos, nos emocionamos y se creó un clima de complicidad que no siempre se consigue. Después llegó el momento de la peluquería cargado de más buen humor y emoción pues se acercaba el momento. Como si de una obra pictórica se tratase, Isabel sentía como esos últimos trazos le llevaban a ese momento soñado, verse vestida de novia (y que novia!). El colofón del momento lo puso, como no pudo ser de otro modo, la llegada de su familia. Isabel es familiar y cercana y tener allí a los suyos iluminó su mirada.
Sin embargo Fernando, estuvo con los suyos desde el principio. Se encontraban todos juntos en una casita del centro de la ciudad. Se habían desplazado desde Madrid para acompañar al novio, y allí se prepararon y acicalaron para la ocasión. Cuando llegué me encontré con un ambiente relajado y distendido. Un auténtico placer que la familia contribuya de ese modo en un momento de tantos nervios. Poco después se sucedió de una peregrinación familiar hacia la parroquia donde, algo nervioso pero afable como es Fernando, esperó la llegada de la novia.
La ceremonia fue preciosa, sentías que cada mirada, cada muestra de cariño y cada invitado tenía que estar ahí, acompañándoles. Y con todos ellos disfrutamos del amor y la complicidad que esta pareja se procesa. Y es que hay parejas que se miran y se atraviesan. Fernando e Isabel son de esas parejas sin ningún lugar a dudas.
Celebraron su enlace en el Restaurante La Raza, a una distancia de la iglesia que nos permitía ir a pie. Aprovechamos la caminata para perdernos en el emblemático barrio de Santa Cruz. Relajadamente, como si de un simple paseo se tratase, nos paramos en cada rincón, disfrutamos de cada momento y la felicidad de los novios era palpable en cada instantánea. Se acababan de casar y con tuna, ramo y traje de novios incluidos tomamos algo en uno de los pequeños bares que esconde la ciudad.
Poco después aterrizamos en el restaurante donde todos nos esperaban. El cariño y la felicidad continuaron envolviendo estas últimas horas de este enlace. El tiempo volaba entre besos, abrazos y palabras de cariño. Esta boda tenía los ingredientes perfectos que a mi parecer cualquier boda debe tener.
No quiero enrollarme mucho más, os dejo con las fotografías de ese día y yo me quedo con el recuerdo, los abrazos de esta novia emocionada y con la sonrisa que se dibuja en mi cara siempre que les recuerdo.
Gracias amigos, porque siento que lo sois, por permitirme ser la fotógrafa de vuestra boda.